sábado, 15 de septiembre de 2007

Pesca de tarariras


En las últimas notas hablamos sobre los ruidosos señuelos de superficie. Distinguimos las principales acciones disponibles y dimos ejemplos de cada sub-categoría. Antes de continuar, cabe la explicación del por qué de este esfuerzo clasificatorio en los artificiales.

La categorización de los señuelos según parámetros homogéneos nos ayuda a una mejor identificación y, por lo tanto, a un uso efectivo en la pesca. Es decir, si podemos entender los elementos que definen la acción de un señuelo, podremos aplicar la estructura de análisis para la identificación de cualquier modelo o marca y deducir la forma de pescarlos. De este modo, aún desconociendo un señuelo, con solo verlo, podremos entender cómo funciona, cómo utilizarlo y para qué especies podría servir. Esa es una ventaja enorme para quienes aún no conocen los nombres y marcas de cada señuelo inventado y se enfrentan a una diversidad realmente increíble, difícil de comprender.

Trataremos de hallar patrones que agrupan individuos en pocos conjuntos comprensibles y memorizables. Esos conjuntos son, por ejemplo, los distintos tipos de señuelos de superficie, que vimos en los últimos dos artículos.

Para continuar con el tema, vamos a establecer dos grandes categorías, según el nivel en el que trabajan: señuelos de superficie y de media agua (usando este nombre para abarcar a todos aquellos que no trabajan sobre la superficie). Dentro de esta última categoría se encuentra un infinito espectro de tipos y acciones, y, sobre todo, de profundidades a las que funcionan. Hoy nos concentraremos en aquellos que lo hacen apenas bajo la superficie, y que casi siempre flotan si no se los recupera: los llamaremos señuelos de sub-superficie. Algunos escritores americanos los llaman “Part-time Surface Lures” (señuelos part-time de superficie) por su característica flotante y acción apenas debajo de ella.

Dentro de los señuelos de sub-superficie podemos establecer otra clasificación útil entre aquellos cuya acción está dada por la forma de su frente y aquellos que se la deben a una paleta. Si bien es una diferenciación totalmente arbitraria nos permitirá entender los principios de su funcionamiento.

Bueno, entremos al tema que nos ocupa, bienvenidos otra vez al maravilloso mundo de las imitaciones y engaños, al mundo de los señuelos, pónganse el snorkel, vamos a sumergirnos... pero sólo un poco.

Frente cóncavo

Como decíamos, son aquellos cuya acción está dada por la forma de su frente, en general cóncavo. Al ser recogido, el frente induce un movimiento lateral suave y muy atractivo. En algunos casos esta acción es desarrollada hundiendo apenas la primera mitad del señuelo, dejando la “cola” meneándose en plena superficie. Sexy y letal. La intensidad de la acción está dada por el calado y la forma de dicho frente.

En general podemos asegurar que cuánto más prominente la concavidad, mayor será el desplazamiento lateral en la acción serpenteante.

Ejemplos de este tipo de artificiales son el conocido Oreno inventado y desarrollado por la empresa South Bend desde 1915, adquirida por Luhr Jensen en 1982, momento desde el cuál comenzó a fabricarlo, manteniendo idénticos materiales y niveles de calidad. También el famoso Lucky 13 eternamente producido por Heddon, y el Darter (creado en 1920 por Creek Chub). Un señuelo viejo pero muy efectivo es el Swimming Mouse de Shakespeare, el cuál, si bien se dejó de fabricar, existen muchas reproducciones disponibles hoy día.

En el mercado local, encontramos buenas copias del Oreno y del Swimming Mouse realizadas por Del, Alfers y Criterio.

Oreno – Luhr Jensen
Lucky 13 - Heddon
Swimming Mouse – Shakespeare

Con paleta

En estos señuelos, el movimiento está dado por la presencia de una paleta o babero, como dicen los españoles. El tamaño, inclinación y forma de la paleta, combinada con la forma, flotabilidad y peso del cuerpo, son los elementos principales que definen la acción en este grupo. En general se trata de paletas de borde redondeado, cortas y casi a 90 grados de la línea de flotación del señuelo. Cuánto más ángulo forma la paleta con la línea el señuelo trabaja más superficialmente, en el otro extremo encontramos señuelos cuya paleta es paralela a la línea de flotación y trabajan a profundidad máxima. Comparándolos con los señuelos de frente torneado, éstos vibran permitiendo al pescador trabajarlo más lentamente sin perder movimiento y sin profundizar. Adicionalmente, algunos de los más modernos pueden tener rattles (bolitas sonoras) en su interior, aumentando su atractivo.

Ejemplos de este tipo de artificiales son el famoso Meadow Mouse (ratón) de Heddon, el SubWart de Storm, Rattlin Balsa B2 y Top Gun de Bagley, Snap Beans de Yo-Zuri y la rana de Rebel: Wee Frog, perfectamente imitada en el ámbito local por Alfers. También en nuestro país, encontramos un señuelo de NG llamado Globe Mini con paleta corta, y la serie Shallower (Flat y Mojarra) de Alfers, que resultan muy efectivos dentro de este grupo.

Sub Wart - Storm
Meadow Mouse - Heddon
Wee Frog – Rebel

Acción y Pesca

La forma de pescarlos es recogerlos a una velocidad tal para que funcionen semi hundidos, ondulando de manera muy sexy y lenta en superficie. Los ataques se producen con violencia inusitada.

La profundidad en la que nadan, depende, entre otras cosas menores, del ángulo del frente o paleta y de la flotabilidad del cuerpo del señuelo. En los de paleta, como dijimos anteriormente, cuánto más cercano al ángulo de 90° con la línea de flotación más arriba trabaja el señuelo. Si bien los señuelos tienen un diseño que prescribe una profundidad estimada, ésta también obedece a otros factores como la velocidad de recuperación (cuánto más rápido más profundo) y el ángulo de la caña (cuánto más alta más superficial). En el límite, podríamos trabajar un señuelo diseñado para la profundidad, con paleta recta y grande, en superficie, manteniendo la caña en alto y con una velocidad lenta, evitando que se sumerja demasiado.

Dadas las características que repasamos, alguno ya podrá imaginar para qué situaciones de pesca pueden usarse los subsuperficie. Acertaron, en general son muy efectivos cuando las tarariras no están del todo agresivas como para tomar señuelos de superficie o de acción más intensa, y el ambiente está libre de vegetación. La ventaja de estos señuelos es que con un mínimo cambio en velocidad o de ángulo de caña, podemos cubrir los primeros 30/40 cms de profundidad.


Pensando en situaciones más particulares, y no pretendiendo agotarlas aquí, podemos mencionar que se usan en lagunas con una vegetación subacuática densa y dónde hay claros dónde la misma se encuentra muy cerca de la superficie. Allí podremos trabajar estos señuelos manteniéndolos entre la superficie y las plantas. En extensiones o claros amplios, son muy buenos para cubrir en forma sistemática grandes superficies de agua.

En las próximas entregas seguiremos profundizando en el conocimiento de los señuelos, los principios de su funcionamiento y sus aplicaciones.
Los espero y pesquen con inteligencia.

Juan Pablo
www.gozio.com.ar

gozio@pescanautas.com.ar

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